lunes, 30 de mayo de 2011

A diez años de que se decretara la injusticia contra los Cinco

Eloisa Carreras y Armando Hart



René González Sehwerert nació en Chicago en 1956, es casado y tiene dos hijas, piloto e instructor de vuelo y especialista en técnicas de aviación; Antonio Guerrero Rodríguez nació en Miami en 1958, tiene dos hijos, es poeta e Ingeniero Civil en Construcción de Aeródromos; Ramón Labañino Salazar nació en La Habana en 1963, es casado y tiene tres hijas, se graduó con Diploma de Oro en la Licenciatura en Economía en la Universidad de La Habana; Gerardo Hernández Nordelo nació en La Habana en 1965, es casado, caricaturista, Licenciado por el Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba (ISRI); y Fernando González Llort nació en La Habana en 1963, es casado, Licenciado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba (ISRI).
Estos cinco patriotas cubanos, luchadores contra el terrorismo, fueron detenidos en el año 1998 por el FBI en Miami, desde entonces guardan injusta prisión. El largo y tortuoso proceso judicial del que fueron víctimas terminó en junio del 2001, pero resultaron finalmente inculpados y sancionados en el mes de diciembre de ese mismo año a las improcedentes condenas que dictó un tribunal de Miami, en las entrañas mismas del monstruo.
El jurado que certificó su culpabilidad estaba “prejuiciado, desinformado, y se encontraba bajo la colosal presión por parte de las autoridades, los medios de comunicación y la atmósfera que reina en Miami contra los cubanos de la Isla,” asimismo, la culpabilidad de los Cinco estuvo amparada por falaces imputaciones y cargos que jamás pudieron ser demostrados. Los Cinco no pudieron ser juzgados por un jurado imparcial en Miami, pese a las gestiones que se hicieron para realizarlo en otra ciudad, y ello implicó que se le impusieran las máximas sentencias que se podían aplicar en cada uno de los casos. Así, nuestros Cinco hermanos, luchadores antiterroristas permanecen indebidamente recluidos en cárceles de máxima seguridad de los Estados Unidos.
Estos valientes jóvenes arriesgaron sus heroicas vidas para descubrir y revelar a tiempo los “planes terroristas que la mafia cubano-americana lleva a cabo contra nuestro pueblo, con la tolerancia y la complicidad de las autoridades de los Estados Unidos”. Y resultaron sancionados a largas e injustas penas, al mismo tiempo que sistemáticamente se cometen contra los Cinco y sus familiares todo tipo de humillaciones, vejaciones y violaciones de los derechos humanos más elementales.
No obstante, en el amañado juicio político que se realizó contra los Cinco, cada uno de nuestros hermanos logró pronunciar su histórica defensa ante el tribunal de Miami, las que contienen además de una gran erudición, una sólida base jurídica, moral y revolucionaria. Los cinco alegatos deben interpretarse en su conjunto, como el primer gran alegato político y jurídico de la historia de Cuba en el siglo XXI.
Estos textos, que poseen una fuerza legal enorme, responden a la rica y hermosa tradición jurídica de nuestra Patria, que arrancó en fecha tan temprana como el año 1869, cuando fue proclamada el 10 de abril, en Guáimaro, Camagüey, la Constitución de la República en Armas ─una de las más avanzadas de su época─, la cual fue formulada en medio de la contienda por la libertad de Cuba. El hermoso recuerdo que Guáimaro nos trae a la memoria es que allí se forjó por vez primera la unión del pueblo de Cuba, y eso se hizo alrededor de los principios jurídicos y políticos más avanzados de la humanidad de su época. En Guáimaro quedó plasmado un régimen de Derecho en medio de la manigua redentora, el cual contenía los más altos valores morales y políticos de la llamada civilización occidental.
La Constitución de Guáimaro expresó los niveles más altos de la cultura jurídica, política y social de la nación entonces emergente, y encarnó los intereses de la Patria que venían de La Demajagua y de Yara. Se estableció entonces, a sólo seis meses del levantamiento armado, un Estado de Derecho. Más tarde, Martí escogió la misma fecha, en 1892, para la fundación del Partido Revolucionario Cubano, un único partido para dirigir la Revolución.
Desde aquellos tiempos, el tema del Derecho ha sido un componente fundamental de las luchas políticas y revolucionarias cubanas orientadas desde el principio a garantizar la independencia nacional y la defensa de los intereses de los pobres y explotados. Se trata de una larga historia acerca de la importancia del Derecho en la lucha por la justicia, arraigada profundamente en la vanguardia revolucionaria cubana.
Los Decretos de abolición de la esclavitud constituyeron el primer eslabón de una cadena de ideas jurídicas encaminadas hacia la justicia en su acepción cabal, es decir, universal, y fundamentada en sólidos principios morales. Asimismo, en nuestra tradición jurídica ha estado siempre presente la necesidad de la unidad del país frente a sus poderosos enemigos.
Precisamente la crisis de ideas por las que atraviesa actualmente el imperio, se revela en la quiebra de la cultura jurídica que ha sido el fundamento de su sistema dominante durante más de doscientos años. El proceso arbitrario y profundamente ilegal con que justifican la indebida prisión en la que mantienen a estos Cinco héroes cubanos, es uno de los ejemplos que podemos citar para llegar a conocer hasta dónde el sistema político estadounidense se ha hecho ilegal. Los procedimientos arbitrarios y antijurídicos utilizados contra nuestros héroes, han situado fuera de la ley, una vez más, al régimen imperante en los Estados Unidos.
Ese espíritu indoblegable y esa decisión con la que han enfrentado los Cinco esta enorme injusticia, convierten su caso en extraordinario en la historia no sólo de Cuba y América, sino del mundo. Habrá que recordar siempre la valentía de estos talentosos intelectuales, patriotas y revolucionarios, por la decisión cabal que han tenido de defender a su pueblo. Ese sacrificio consciente, convierte sus vidas en un ejemplo imperecedero que solamente puede surgir de la herencia de una cultura como la que nace de la genuina tradición cubana. Porque ellos son martianos ejemplares y representan “la utilidad de la virtud” de que hablara el Apóstol cubano.
Los Cinco continúan luchando dignamente, desde cada una de las prisiones en las que se encuentran, inspirados en los más puros ideales martianos, contra la injusticia, la arbitrariedad y el atropello. Por nuestra parte, tenemos que permanecer en el combate por su inmediata liberación e insistir en la denuncia mundial contra esta canallada.
En relación con este tema nos resulta muy grato recordar que hace sólo unos días en las páginas del diario Granma, de Cuba, conocimos la noticia de que el compañero Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento Cubano, entregó al destacado periodista y director de POR ESTO!, Mario R. Menéndez, y a su entusiasta compañera y esposa, Alicia Figueroa, directora de Relaciones Internacionales de este importante órgano de prensa, una carta de merecido reconocimiento firmada por nuestro Cinco compatriotas, en agradecimiento a la encomiable labor que han venido realizando desde las páginas de POR ESTO!, para dar a conocer al mundo la cruel injusticia que se comete cada segundo contra los Cinco y sus familias, así como servir de tribuna internacional en la lucha que tenemos que continuar hasta lograr su excarcelación y libertad, y su definitivo regreso a la Patria. Igualmente, los queridos amigos Mario y Alicia, recibieron de manos de Alarcón, “un logotipo que identifica la causa de los Cinco, que fue tallado en madera por Gerardo Hernández”.
Desde las páginas de POR ESTO!, llegue una vez más a nuestros Cinco hermanos, y a sus heroicas esposas, madres, hijos, y demás familiares, nuestro eterno agradecimiento por el ejemplo de su sacrificio por la Patria cubana, la de Martí, la de Fidel.
¡Abajo la injusticia, los Cinco volverán!

No hay comentarios:

Publicar un comentario