Andrés Gómez
Director de Areitodigital
29 de marzo de 2013
Miami.- Luchar por la libertad de
los Cinco es luchar contra la política de terrorismo de Estado mantenida por
los gobiernos de Estados Unidos por más de cinco décadas en contra de la
independencia y las libertades fundamentales del pueblo cubano. Política
dirigida a desestabilizar y eventualmente derrocar al gobierno revolucionario
cubano que junto a otras inhumanas medidas y directrices, todas violatorias de
derechos vitales, conforman la política estadounidense de agresión permanente
en contra de la revolución cubana desde 1959.
Esta política de
terrorismo de Estado ha sido principalmente ejecutada, coordinada y dirigida,
bajo el pleno conocimiento y supervisión de las pertinentes agencias de
inteligencia de los gobiernos de Estados Unidos, por terroristas de la extrema
derecha cubano americana principalmente radicados en Estados Unidos.
Terroristas y organizaciones terroristas que disfrutan de plena inmunidad y
libertad de acción que les ha brindado y les brinda el amparo de los gobiernos
estadounidenses, incluyendo la protección de la actual Administración de Obama.
Fueron las
Administraciones de Eisenhower y de Kennedy durante los años sesentas del siglo
anterior a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) inicialmente
responsables de reclutar, entrenar, financiar y dirigir a sus terroristas de la
extrema derecha cubano americana. Desde entonces se ha mantenido el mismo
patrón operativo.
El gobierno de
Cuba, como cualquier otro gobierno, no sólo tiene el derecho de defender a su
pueblo de semejante política criminal, sino tiene el deber ineludible de
hacerlo. Y de hacerlo de la manera más efectiva posible para intentar evitar
las nefastas consecuencias de esa política.
Innumerables
documentos desclasificados de las agencias de inteligencia y contrainteligencia
de los gobiernos de Estados Unidos prueban del conocimiento de estas
autoridades de la existencia de agentes de los servicios de la inteligencia de
Cuba infiltrados a través de décadas en estas organizaciones terroristas de la
extrema derecha cubano americana radicadas en territorio estadounidense.
Nuestros cinco
hermanos: Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, también actuando como
agentes del los servicios de inteligencia de Cuba, infiltraron algunas de estas
organizaciones terroristas de la extrema derecha cubano americana radicadas en
territorio de Estados Unidos para saber de sus planes y objetivos criminales y
así poder abortarlos.
Nunca antes del
arresto, procesamiento y encarcelación de los Cinco los gobiernos de Estados Unidos
habían actuado de manera tan drástica contra los agentes cubanos que de su
conocimiento habían infiltrado estas organizaciones terroristas operando en su
territorio.
Como tampoco han
procedido, de la manera que procedieron en contra los Cinco, con agentes de la
inteligencia de Cuba infiltrados en estas organizaciones terroristas desde que
los Cinco fueron arrestados en 1998. Ya que uno tiene que suponer que las
agencias de inteligencia de Cuba mantienen agentes suyos infiltrados en las
organizaciones terroristas de la extrema derecha cubano americana que desde
territorio estadounidense se mantienen operando.
Quizás un
perverso alarde de pretensión y soberbia imperiales pudiera explicar la razón
porqué la Administración de Clinton decidió actuar como lo hizo en contra de
los Cinco y porqué las siguientes Administraciones, la de Bush, hijo, y la de
Obama, se han mantenido inconmovibles en este caso. Sabrá Dios.
Lo que es
imprescindible es estar plenamente conscientes que al injustamente procesar a
los Cinco bajo falsos cargos, imponerles condenas extremas, y hasta ilegales, y
mantenerlos presos, aún como demuestra el caso de René después de haber
cumplido su condena en prisión, los gobiernos de Estados Unidos diariamente
ratifican el mantenimiento de su política de terrorismo de Estado en contra del
pueblo cubano y de su gobierno. Como también ratifican su protección a los
monstruos de la extrema derecha cubano americana que han fielmente ejecutado
las viles acciones criminales producto de esa política terrorista.
Parte II
1 de abril de 2013
Miami.- Luchar por la libertad de
los Cinco es luchar contra la política de terrorismo de Estado mantenida por
los gobiernos de Estados Unidos por más de cinco décadas en contra de la
independencia y las libertades fundamentales del pueblo cubano. Política
dirigida a desestabilizar y a eventualmente derrocar al gobierno revolucionario
cubano que junto a otras inhumanas medidas y directrices, todas violatorias de
derechos vitales, conforman la política estadounidense de agresión permanente
en contra de la revolución cubana desde 1959. Política que ha sido
principalmente ejecutada, coordinada y dirigida, bajo el pleno conocimiento y
supervisión de las pertinentes agencias de inteligencia de los gobiernos de
Estados Unidos, por terroristas de la extrema derecha cubano americana
principalmente radicados en Estados Unidos.
Política de
terrorismo que ha tenido funestas consecuencias para el derecho a la vida y a
la paz del pueblo cubano. Como explica un documento del gobierno cubano sobre
este tema: “Las modalidades de terrorismo empleadas contra Cuba han sido en lo
fundamental las siguientes: sabotaje o destrucción de objetivos económicos y
civiles dentro del país; ataques contra instalaciones costeras, naves mercantes
y embarcaciones pesqueras; atentados contra instalaciones, medios y personal
cubano en el exterior, incluidas sedes diplomáticas, oficinas de aviación y
naves aéreas; intentos de asesinatos contra sus principales dirigentes;
introducción de gérmenes y plagas contra la agricultura y la explotación
pecuaria; e introducción de cepas de enfermedades contra personas, entre
otros”.
Al menos 3,478
cubanas y cubanos han muerto como consecuencia directa de estos operativos
terroristas, más 2,099 otros que han sufrido lesiones físicas permanentes.
¿Qué no ha sido
utilizado en contra del pueblo cubano durante más de cincuenta años de heroica
resistencia?
Rememoremos por
arribita. El sabotaje al vapor belga, La Coubre, diseñado para que dos
explosivos detonaran en los momentos de la descarga de pertrechos militares en
el puerto de La Habana en tan temprana fecha como marzo de 1960, que ocasionó
101 muertos y más de 200 heridos. La invasión mercenaria por Playa Girón en
abril de 1961, que además de sus siniestros propósitos, ocasionaron 176 muertes
de cubanas y cubanos y cientos de heridos. El intento de borrar al pueblo
cubano de la faz de la Tierra a través de una agresión con armas nucleares como
consecuencia de la siniestra acción conocida como la Crisis de Octubre. La
tristemente célebre operación terrorista Mangosta –la operación más grande y
costosa de la CIA hasta aquellos momentos que constaba de más de tres mil
operativos, y en un amplio contexto de tiempo –algunos respetados expertos
mantienen que esta operación se mantuvo hasta mediados de los años setentas--
ésta costó cerca de mil millones de dólares. Como resultado de esta operación
entre enero de 1962 y febrero de 1963 se efectuaron 5,780 operativos
terroristas, 716 de éstos de envergadura. Y cómo olvidarnos de las criminales
bandas contrarrevolucionarias mantenidas y suministradas por la CIA en las
montañas del Escambray que entre 1961 y 1965 llegaron a formar alrededor de 300
grupos y 4,000 mercenarios.
Y cuando estos
monstruos fueron derrotados por el pueblo cubano en Cuba, los terroristas
entonces se dieron a la tarea de ampliar su zona de muerte. Durante la década
de los setentas cerca de 300 operativos terroristas, ejecutados por los
terroristas de la extrema derecha cubano americana, se ejecutaron en territorio
estadounidense y en otros países, 95 de éstos en Miami solamente.
Como ejemplos de
estas acciones terroristas mencionaré el asesinato en abril de 1979, en San
Juan de Puerto Rico, de nuestro compañero Carlos Muñiz Varela, miembro de la
Brigada Antonio Maceo. En noviembre de ese mismo año fue asesinado en Nueva
Jersey, Eulalio Negrín, miembro de una organización de emigrados cubanos, el
Comité de los 75, que favorecía las relaciones con Cuba. Y en septiembre de
1980, aquel 11 de septiembre, fue asesinado en la ciudad de Nueva York el
diplomático cubano, acreditado ante la ONU, Félix García.
Los operativos
terroristas continuaron durante la década de los noventas e inclusive continúan
hoy en día en la segunda década del siglo 21. Recordemos que noviembre de 2000
un operativo terrorista de terribles consecuencias fue descubierto por el
servicio de inteligencia cubano, y denunciado públicamente por el presidente
cubano, Fidel Castro, durante una Cumbre Iberoamericana que tenía lugar en
Ciudad de Panamá. El plan era hacer volar el Aula Magna de la Universidad de
Panamá durante un acto en el cual el orador principal sería el propio Fidel.
Como responsables de ese operativo terrorista fueron arrestados y eventualmente
liberados por la presidenta de Panamá cuatro notorios terroristas cubano
americanos: Luis Posada Carriles, Pedro Remón, Guillermo Novo y Gaspar Jiménez
Escobedo, quienes después de ser puestos en libertad por aquella presidenta
panameña, por años han vivido y actuado libremente aquí en Miami.
Estemos siempre
conscientes que si estos operativos terroristas no tienen en la actualidad el
éxito que antes tenían uno está obligado a deducir que se debe principalmente a
la efectividad demostrada por los servicios de la inteligencia y la
contrainteligencia del gobierno cubano.
No puedo terminar
este brevísimo trabajo periodístico sobre el terrorismo en contra del pueblo
cubano sin mencionar el salvaje atentado al avión civil de Cubana de Aviación,
vuelo 455, derribado en Barbados el 6 de octubre de 1976, con la pérdida de 73
vidas inocentes, de cubanos, guyaneses y coreanos, inclusive la de un bebé sin
nacer, llevado aún en su vientre, por su joven madre cubana.
Porque esta
política de terrorismo de Estado mantenida por más de cinco décadas por los
gobiernos de Estados Unidos en contra del pueblo cubano sigue en vigor y porque
los terroristas de la extrema derecha cubano americana que la han ejecutado y
ejecutan siguen impunes y libres es, fundamentalmente, por qué tenemos que
mantenernos luchando vigorosamente por la libertad de los Cinco.