domingo, 18 de septiembre de 2011

Por la libertad de los cinco cubanos en E. U.


Gilberto Balam Pereira *

Sumémonos a los 19 Premios Nóbel, a los innumerables periodistas, intelectuales, artistas, jueces, magistrados, trabajadores y demás ciudadanos progresistas de todo el mundo para denunciar y protestar por la atroz injusticia que el imperialismo norteamericano está cometiendo con la privación de la libertad de los 5 compañeros cubanos, por el solo hecho de monitorear en ese país los intentos de terrorismo de los E. U. hacia la República de Cuba.
Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René son cinco inocentes que sufren trece años de injusta y cruel prisión. Han pasado buena parte de su juventud bajo un régimen carcelario especialmente duro para ellos, lejos de su tierra, de sus familias, de sus amigos, y sometidos frecuentemente a largos períodos de confinamiento solitario.
Sobre ellos cae también un castigo adicional que a todos debería avergonzarnos. Es el castigo del silencio. Nuestros 5 compañeros no existen para las grandes corporaciones que controlan los llamados medios de información. Esos medios han levantado una muralla que rodea el caso y hace prácticamente imposible conocer la verdad que ellos encarnan. No basta con denunciar ese muro de silencio. Limitarse a eso, sólo puede contentar a quienes vean esta lucha simplemente como un acto rutinario que suele cumplirse con la repetición de consignas.
De lo que se trata es de derribar ese muro de silencio. Nada más y nada menos. Y esa tarea sólo pueden realizarla los jóvenes, independientes de organizaciones de membrete y de partidos burocratizados, en vez de perder el tiempo en tareas electoreras y pugnas de Glorietas.
Porque esta lucha a favor de los 5 héroes es una lucha que requiere energía y creatividad, que debe despojarse de superficialidad y esquematismo, que exige amor y compromiso.
En alguna ocasión, Gerardo afirmó que la justicia sólo vendrá cuando sea el veredicto de un jurado de millones de ciudadanos. ¿Cómo alcanzarlo? Ante todo reconociendo sinceramente que estamos aún muy lejos de esa meta, que es mucho lo que nos falta por hacer y que es mucho más lo que podemos hacer.
Debemos insistir directamente sobre las grandes corporaciones mediáticas denunciando constantemente su cómplice censura y aprovechando los escasos resquicios que ofrecen, incluyendo por ejemplo, la publicación de anuncios pagados. Hay que reclamar igualmente a todos los medios alternativos que, en general, no dan a este tema una atención prioritaria. Y, por supuesto, tenemos que exigirles a nuestras publicaciones, las revolucionarias o progresistas, que cumplan no sólo con su deber de solidaridad, sino que hagan un periodismo auténtico y creador, capaz de vencer la modorra burocrática y sobre todo que se salga de los moldes de la dictadura
mediática global.
Es preciso usar con inteligencia y audacia las nuevas tecnologías de la comunicación sin dejar de emplear los métodos insustituibles del trabajo político directo, persona a persona, que nuestras organizaciones aplican en su trabajo regularmente.
Los 5 no cometieron otra falta que luchar contra el terrorismo. El gobierno que los encarcela nunca pudo presentar prueba alguna de que fuesen culpables de los principales cargos formulados contra ellos.
Lo reconoció por escrito la Fiscalía en un documento oficial del 25 de mayo de 2001 en el que admitió su fracaso respecto a la peor acusación contra Gerardo. Este escrito tiene ya diez años pero sigue siendo ignorado. Este documento ratificado el 2 de septiembre de 2008 por el pleno de la Corte de Apelaciones de Atlanta afirma, por unanimidad y varias veces, que en este caso no existía evidencia alguna de nada que hubiese afectado la seguridad nacional de Estados Unidos, o sea, que no había nada de espionaje, y en consecuencia declaró nulas dos sentencias relacionadas con ese tema. Desde entonces han transcurrido 12 años y a muchos se les obliga todavía a creer que los 5 fueron acusados de espionaje, desconociendo por completo la determinación unánime del Tribunal.
Pese a los numerosos esfuerzos del Comité Nacional por la Libertad de los 5 y otros solidarios norteamericanos, hasta ahora Washington se resiste a revelar todo lo que esconde sobre su conspiración con los medios locales de Miami para condenar a nuestros compañeros.
Son pruebas irrefutables, suficientes para convencer a cualquiera de la total inocencia de Gerardo y sus hermanos, son más que suficientes para que el Presidente Obama ordene su liberación inmediata e incondicional. Por eso, los medios controlados por Washington impiden a la gente conocerlas.
Preguntémonos valientemente si lo que hemos hecho es suficiente siquiera para horadar el muro de silencio. Respondamos la pregunta que nos hacen los niños de La Colmenita: ¿Qué más podemos hacer?...
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE! PORQUE… ¡AQUÍ NADIE SE RINDE!

* Presidente del Comité Estatal de la Lucha a favor de los 5 héroes cubanos.
Trabajo presentado por el autor el 11 de septiembre de 2011 en el “Centro Cultural José Martí” de esta ciudad.

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