martes, 11 de septiembre de 2012

Fidel, solo contra el mundo


“… ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria.
Y la disyuntiva de nuestra sería ¡patria o muerte!”…


Por Betzy Mariana Mijares


A Fidel Castro nunca lo quiso Washington: fue mal visto desde el asalto a La Moncada en 1953.

Se supo entonces que Batista no resistiría y se incrementó la presencia de “asesores” en La Habana.

Castro Ruz era visto como un personaje petulante, pagado de sí mismo con quien no podrían negociar y mucho menos corromper.

Ike, la mano que mece la cuna

Eisenhower lo trató con desprecio cuando el cubano viajó a Washington, se rehusó a recibirlo bajo el pretexto de que tenía un importante partido de golf y mandó al vicepresidente Richard M. Nixon a dialogar con el invitado.

La aprobación de la primera Ley de Reforma Agraria afectó seriamente intereses de propietarios cubanos y de estadounidenses.

Desde finales de octubre de 1959 el presidente estadounidense Dwight Eisenhower aprueba diversas medidas propuestas por el Departamento de Estado y la CIA para emprender acciones encubiertas contra Cuba, que incluyen ataques piratas aéreos y navales, y la promoción y apoyo directo a las organizaciones contrarrevolucionarias dentro de Cuba.

Incluso se elabora una solución ejecutiva para asesinar a Castro.

El 28 de octubre de 1959 muere Camilo Cienfuegos en un accidente aéreo al regresar a la capital desde Camagüey, tras el encarcelamiento del Comandante Huber Matos (jefe del regimiento militar de la provincia) y que había sido acusado de participar en un levantamiento sedicioso.

En febrero de 1960 el viceprimer ministro soviético Anastás Mikoyán visita Cuba y concede un crédito de cien millones de dólares, además de firmar tratados para la compra de azúcar y la venta de petróleo.

En esta época Castro recibe la visita de los filósofos franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir.

El 4 de marzo de 1960 se produce en La Habana la explosión del vapor francés La Coubre, que transportaba armas hacia la isla. El sabotaje provoca, mediante una doble explosión, un saldo de ciento un muertos y más de doscientos heridos. Al día siguiente, en el sepelio de las víctimas, Fidel Castro pronuncia por primera vez la consigna con la que suele finalizar sus discursos:

“Y sin inmutarnos por las amenazas, sin inmutarnos por las maniobras, recordando que un día nosotros fuimos 12 hombres solamente y que, comparada aquella fuerza nuestra con la fuerza de la tiranía, nuestra fuerza era tan pequeña y tan insignificante, que nadie habría creído posible resistir; sin embargo, nosotros creíamos que resistíamos entonces, como creemos hoy que resistimos a cualquier agresión. Y no sólo que sabremos resistir cualquier agresión, sino que sabremos vencer cualquier agresión, y que nuevamente no tendríamos otra disyuntiva que aquella con que iniciamos la lucha revolucionaria: la de la libertad o la muerte. Sólo que ahora libertad quiere decir algo más todavía: libertad quiere decir patria. Y la disyuntiva de nuestra sería patria o muerte”.

El 17 de marzo de 1960, el presidente Eisenhower ordena la preparación de hombres para invadir la isla.

El 8 de mayo Castro ordena reanudar las relaciones diplomáticas con la URSS, interrumpidas por Batista en 1952.

El 29 de junio de 1960, el gobierno cubano confisca las refinerías de Texas Oil Company, Shell y Exxon, tras negarse a procesar el petróleo soviético.

El 6 de julio, el presidente de Estados Unidos decreta rebaja de 700 mil toneladas de azúcar de la cuota cubana en el mercado de ese país. Dos días más tarde, el senado estadounidense faculta al presidente Eisenhower para suspender todo tipo de ayuda a países que confiscaran propiedades estadounidenses.

Como reacción, el Consejo de Ministros cubano acuerda otorgar poderes al presidente de la República y al primer ministro para confiscar las propiedades estadounidenses.

El 6 de agosto, en el estadio del Cerro (hoy Latinoamericano), Castro anuncia la confiscación de gran número de empresas estadounidenses, incluyendo las refinerías de petróleo, 36 centrales azucareros y las compañías de teléfonos y electricidad.

Impacto del bloqueo

Se estima que el impacto del bloqueo en la sociedad cubana genera en pérdidas directas e indirectas más de 72 mil millones de dólares, y los daños directos ocasionados a objetivos económicos y sociales del país por los sabotajes y acciones terroristas ascienden a 54 mil millones de dólares, de acuerdo a fuentes diplomáticas.

Uno de los sectores que se ha visto afectado a raíz del embargo es el sector salud, sobre todo por la adquisición de sustancias para la elaboración de equipo médico y fármacos.

El bloqueo comercial a la isla dio origen a un duelo de poder por la posición estratégica que representaba Cuba, que se encontraba en el patio trasero de Estados Unidos, a tiro de piedra de Florida con la posibilidad de acantonar una base militar soviética que incluyera arsenal nuclear, lo que desencadenó la Guerra Fría, el presidente John F. Kennedy amplió las medidas tomadas por Eisenhower mediante una orden ejecutiva, ampliando las restricciones comerciales el 7 de febrero y de nuevo el 23 de marzo de 1962.

Durante la posterior crisis de los misiles de Cuba, Kennedy implantó restricciones en los viajes a Cuba el 8 de febrero de 1963, y se emitieron las Regulaciones para el Control de los Recursos Cubanos (Cuban Assets Control Regulations en inglés) el 8 de julio de ese mismo año, bajo la Ley de Comercio con el Enemigo como respuesta al hospedaje de misiles en Cuba. Bajo esas medidas, los activos cubanos en Estados Unidos fueron congelados.

La Organización de Estados Americanos impuso sanciones multilaterales a Cuba el 26 de julio de 1964, que fueron levantadas el 29 de julio de 1975.

Pero casi luego de 30 años, Estados Unidos reforzó el bloqueo en octubre de 1992 por la Ley de Democracia Cubana (popularmente la ley Torricelli) y en 1996 por la Ley para la Libertad Cubana y la Solidaridad Democrática (Ley Helms-Burton).

En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores 700 millones de dólares anuales.

Para el gobierno cubano el embargo ha generado capacidad de resistencia para las crisis y adversidades para su país, pero los hechos y carencias en cuanto a insumos que se requiere para mantener el desarrollo de la medicina y la salud revelan lo contrario.

Las víctimas inocentes del bloqueo

La población más dañada son los niños de Cuba que padecen enfermedades crónicas como el cáncer, por ejemplo, el Instituto de Oncología y Radiobiología está imposibilitado de emplear placas de Yodo Radiactivo en el tratamiento a infantes que padecen del tumor retinoblastoma (tumor congénito que crece en la retina) al no poder adquirir dichas placas dado que sólo pueden ser compradas en los Estados Unidos.

Esta tecnología es mayormente utilizada en el tratamiento de niños, dado que permite tratar el tumor de la retina, conservando la visión del ojo afectado y la estética del rostro. Ante esta carencia, la única alternativa es la extirpación del ojo y en una parte de los casos la extirpación de ambos órganos, procedimiento que además de invasivo, acarrea serias limitaciones para la vida.

La atención a enfermedades del corazón se ve disminuida en la falta de materiales apropiados para niños como sondas vesicales y traqueales de mayor calidad, catéteres y stents, entre otros; para la realización de diferentes técnicas quirúrgicas por no poder adquirirlas en el mercado de los Estados Unidos, por tanto, institutos como el Cardiocentro Pediátrico “William Soler” que fue incluido en el año 2007 por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en la categoría de “Hospital Denegado”, a los que se les imponen condiciones para la venta de productos y se les niega la adquisición de estos, si no cumple con las exigencias planteadas, no son candidatos para la compra de dichos insumos.

El dispositivo Amplatzer de fabricación estadounidense, elaborado a partir de materiales especiales para evitar el rechazo orgánico, es otra carencia. Este dispositivo es utilizado para el cierre percutáneo de la comunicación interauricular, (cierra la abertura defectuosa entre las arterias aorta y pulmonar, procedimiento conocido como cateterismo intervencionista) que evita la cirugía a corazón abierto, intervención que además de riesgosa, requiere de cuidado intensivo y una recuperación de tres semanas.

Sobre los males hepáticos, se afectó el programa para la atención a los niños que necesitan transplante de hígado, por la falta de respuesta de los Laboratorios Abbot para la adquisición del equipo dosificador del inmunosupresor Tracolimus (FK506), producido únicamente por ese laboratorio, y que es imprescindible para vigilar los niveles sanguíneos, cuyas variaciones pueden traer complicaciones por infecciones y tumores secundarios.

Afectaciones en la docencia y en las investigaciones

Si bien es cierto que los médicos cubanos gozan de fama mundial por su nivel de preparación en varios campos de la medicina, hay rubros que se han dejado de lado.

Por ejemplo se han denegado las licencias a organizaciones no gubernamentales que brindan colaboración a Cuba con el envío de recursos destinados a las investigaciones y la docencia, lo que provoca afectaciones al intercambio científico.

Además se ha obstaculizado la participación de funcionarios y científicos cubanos en reuniones y eventos científicos internacionales al no otorgárseles el visado para la entrada a los Estados Unidos.

Entre mayo de 2009 y abril de 2010, las afectaciones al sector de la salud pública ascendieron a 15 millones 200 mil dólares.

Los daños económicos se deben fundamentalmente a la necesidad de adquirir medicamentos, reactivos, piezas de repuestos para equipos médicos, instrumental y otros insumos en mercados alejados y en muchas ocasiones con el uso de intermediarios, lo que trae aparejado el incremento de los precios.

A lo anterior se añade el sufrimiento y desesperación que esta situación provoca en los pacientes y sus familiares, al no poder contar con el medicamento idóneo para la atención de una enfermedad y en muchas ocasiones en el momento necesario para salvar una vida. Este dolor no podrá jamás ser cuantificado.

Como se puede observar, el recrudecimiento del bloqueo ha incidido de forma negativa en el sector salud, por tanto es necesario que los países pugnen porque se quite el embargo económico a Cuba que en un mundo comercialmente dinámico, resulta obsoleto.

Agosto 15, 2012

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