sábado, 18 de mayo de 2013

Terrorismo y humanidad


Por Manuel J. Tejada Loría

En Estados Unidos, a finales de los años noventas, se detuvo y enjuició a cinco personas de nacionalidad cubana acusados de espionaje. Se les condenó a purgar sentencias en cárceles gringas que van desde los 15 años hasta más de una cadena perpetua. El caso se ha vuelto conocido –aunque no lo suficiente– porque familiares han hecho hasta lo imposible para encontrar apoyo ante tal injusticia.

De los cinco, cuatro siguen tras las rejas. Uno de ellos, nacido en Estados Unidos pero de padres cubanos, ya cumplió su condena en prisión y ya se encuentra en Cuba, aunque tuvo que renunciar a la nacionalidad estadounidense. El resto sigue recluido.

Desde luego hay cuestiones políticas de una gran complejidad que motivan tal injusticia. Sus nombres son Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y René González.

En todo el mundo se han conformado agrupaciones de apoyo moral. En nuestro estado, el Comité Yucateco de Solidaridad con los Cinco Cubanos Presos en Estados Unidos hace lo propio difundiendo el caso.

Su evento más reciente fue la proyección de un documental titulado Obama Give Me Five en la Biblioteca Pública del Estado donde madres y esposas de los detenidos envían un mensaje directo al actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El pesar es profundo. Son más de catorce años de encarcelamiento y por ende de ausencia para madres, esposas, hijos y demás familiares. En suma también solicitan apoyo internacional para que se demande libertad incondicional, ya que lejos de obrar en contra de Estados Unidos, los cinco cubanos realizaban labores de inteligencia en ese país ante las constantes amenazas terroristas contra Cuba.

Las autoridades estadounidenses olvidan que miles de agentes de ese país realizan la misma labor en diversas partes del mundo a través de agencias como la DEA, CIA y la ATF. En México la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) implementó una operación fallida (Operación Rápido y Furioso) que suministró de armamento a carteles del narcotráfico con el pretexto de que se investigaba cuál era el proceso de compra y venta de armas entre ambos países.

La falsa lucha contra el terrorismo no obstante ha servido para que Estados Unidos realice invasiones a otros países, presione por más presupuesto y tenga así luz verde para tanta iniquidad.

Encarcela a cinco cubanos a los que nunca se les comprobó el espionaje pero protege al terrorista Posada Carriles, cuyas acciones en contra de la humanidad han sido más que probadas y testimoniadas por este mismo periódico.

Pienso en las víctimas colaterales de tal injusticia, en las familias sobre todo.
Me quedo con la frase de Mirtha Rodríguez, la madre de Antonio Guerrero: “cuando se lucha contra el terrorismo se lucha por la humanidad”.

Creo del mismo modo, que lejos de atender a los estereotipos culturales sobre las diferentes ideologías y nacionalidades tenemos que mirar que el sufrimiento que se vive ante tal injusticia es el mismo que todos conocemos.

Ante eso hay que sumarnos y apoyar.

Fuente: Por Esto!, 14 de mayo de 2013

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