miércoles, 11 de septiembre de 2013

Los Cinco cubanos: quince años de injusticia

Por Cristóbal León Campos

El 12 de septiembre de 1998, fueron arrestados en el Sur de la Florida por agentes del FBI y mantenidos en celdas de aislamiento durante 17 meses antes de que su caso fuera llevado al tribunal, Cinco cubanos antiterroristas. Acusados de espías y terroristas les fueron agregando falsos delitos como el de conspirar contra el gobierno estadounidense e incluso de asesinato. Durante su juicio, no fueron capaces de probar tales delitos sus acusadores, quedando en evidencia la injusticia que se estaba cometiendo.
Estos cubanos fueron a Estados Unidos para monitorear las actividades de los grupos mercenarios responsables de numerosos actos terroristas contra el pueblo cubano, así como para la constatación de las organizaciones que los apoyan. Su único objetivo era advertir al gobierno de Cuba sobre los planes de sabotaje contra la isla y poder adoptar medidas de prevención y defensa.

A pesar de que no tenían ninguna intención de realizar acciones contra el gobierno estadounidense, el jurado elegido a modo de los intereses imperialistas, encontró “culpables” a los Cinco de todos los cargos atribuidos.

Después de ser “hallados culpables”, los Cinco fueron sentenciados en 2001 a condenas largas y sin precedentes, confinados en cinco cárceles de máxima seguridad totalmente separadas una de otra. Las sentencias dictadas son: para René González quince años de prisión; para Gerardo Hernández dos cadenas perpetuas más quince años; para Antonio Guerrero cadena perpetua más diez años; para Ramón Labañino cadena perpetua más dieciocho años; y para Fernando González diecinueve años de prisión. Los tres cubanos con cadenas perpetuas se convirtieron en las primeras personas en Estados Unidos en recibir esta condena en casos relacionados con espionaje, en el cual además no existió ni un solo documento secreto. Esta es una más de las calumnias e injusticias realizadas por los gobiernos de Estados Unidos en un contexto de permanentes agresiones al pueblo cubano desde su liberación en 1959.

Posteriormente y tras 27 meses la Corte de apelaciones revocó todas las condenas al considerar que estos cinco hombres no tuvieron un juicio justo en Miami. En 2005, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, determinó que esta privación de la libertad es arbitraria y exhortó al gobierno de Estados Unidos a tomar las medidas necesarias para rectificar esa arbitrariedad. Nunca antes el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria ha denunciado como arbitraria la privación de libertad en un caso juzgado en Estados Unidos debido a violaciones cometidas durante el proceso legal.

La Fiscalía inventó crímenes que no fueron probados en el juicio, promovió un ambiente hostil y manipuló la evidencia y al jurado. No hay pruebas para sustentar las acusaciones y la imposición de condenas irracionales e injustificables son una muestra de una verdadera violación de los Derechos Humanos.

A los Cinco se les ha impedido el contacto con sus familiares e hijos, y ni siquiera pueden comunicarse entre sí a pesar de haberse comportado de un modo ejemplar. Amnistía Internacional ha condenado esos actos como violaciones del Derecho Internacional. El 4 de junio de 2008 el panel de tres Jueces encargado por el Onceavo Circuito de Apelaciones de Atlanta, emitió su opinión anulando las condenas de los Cinco y ordenó un nuevo juicio por considerar que no tuvieron uno justo.

Sin embargo, debido a la cerrazón de los jueces derechistas que se empeñan en mantener las sentencias de los detenidos la injusticia continúa, a pesar de las numerosas cartas abiertas que Premios Nobel y otros artistas e intelectuales de todo el mundo han dirigido al Fiscal General de los Estados Unidos demandando justicia para los Cinco cubanos. Más de mil parlamentarios y comisiones legislativas del mundo, incluyendo a México, se han dirigido a las autoridades americanas exigiendo la liberación de los cubanos. La lucha por la liberación de los Cinco se ha convertido en un amplio movimiento social a lo largo del orbe.

Otra muestra de la inhumana actitud del gobierno de Estados Unidos es el hecho de que en julio del 2010, enviaron a Gerardo Hernández una vez más al “hueco” durante una semana a pesar de que su vida corría peligro al presentar trastornos físicos a causa de una bacteria adquirida en prisión. Demostrado quedó otra vez, que al Imperio no le importa la vida humana, muchos menos la vida de los Cinco. El 25 de abril de 2011, el Gobierno de Estados Unidos pidió a la Corte que rechazará la solicitud de Habeas Corpus de Gerardo Hernández Nordelo y que no se le conceda una audiencia para analizar sus argumentos y las supuestas pruebas presentadas contra él.

El 7 de octubre de 2011, René González salió de la cárcel y comenzó a cumplir su período de libertad supervisada en territorio estadounidense, por espacio de 3 años, el cual ha estado caracterizado por múltiples restricciones. Hasta el momento, René ha recibido varias amenazas de muerte y su vida corre un peligro permanente debido a que está expuesto a que grupos anticubanos atenten contra él. En abril de 2013, se le concedió por segunda ocasión a René permiso para viajar a Cuba y asistir a las ceremonias en memoria de su padre recientemente fallecido. El 3 de mayo, la jueza Joan Lenard aceptó la solicitud presentada por René para modificar las condiciones de su libertad supervisada y permanecer en Cuba, a cambio de la renuncia a su ciudadanía estadounidense. Actualmente se encuentra realizando los trámites en la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, los cuales concluirán cuando le sea emitido un Certificado de Pérdida de la Ciudadanía por el Departamento de Estado. A pesar de este avance en la situación de René la injusticia permanece.

Las dos cadenas perpetuas más 15 años de privación de libertad que Gerardo pasa, lo condenan a que permanezca en prisión por el resto de su vida. Su esposa continúa recibiendo negativas por parte del gobierno de EEUU para visitarlo. Han solicitado al Presidente Barack Obama que les permita concebir un hijo, petición que no ha recibido respuesta.

En el caso de Antonio Guerrero, continúa separado de su madre, Mirta Rodríguez, quien muy anciana y con problemas de salud, conserva las esperanzas de poder vivir para reunirse con su hijo, cuando éste salga de prisión, en el 2017. Las hijas de Ramón han crecido separadas de su papá, quien lucha contra problemas de salud y conserva la esperanza de reunirse con su familia antes de 2024.

Desde el triunfo de la Revolución y la instauración del socialismo en Cuba, no ha cesado el Imperio de Estados Unidos su campaña contra la isla. Cuba ha sido víctima de amenazas, sanciones, invasiones, sabotajes, guerra biológica, atentados contra los dirigentes de la Revolución, y hostigada por un criminal bloqueo económico, además de que ha sufrido numerosos ataques por grupos terroristas financiados desde Washington. Es claro que el caso de los Cinco no guarda un principio legal, sino un orden eminentemente político de agresión a la Revolución Cubana.

En esta hora cuando se acerca el cumplimiento de quince años de injusticia y prisión por defender la integridad de su Patria, la indignación se expresa en el mundo. Existen por lo menos 346 Comités por la liberación de los Cinco en 110 países. En Yucatán, el 30 de marzo del 2009, conformamos el Comité Yucateco de Solidaridad con los Cinco Presos Cubanos en Estados Unidos integrado por intelectuales, profesionistas y activistas sociales, con el objetivo de concientizar a la sociedad yucateca de la necesidad de solidarizarse con la liberación de los Cinco y la exigencia de justicia para el pueblo cubano.

El actual gobierno de Barack Obama, a pesar de tener la facultad constitucional de liberar a los Cinco a través de una orden presidencial, no mueve un solo dedo para poner fin a esta injusticia. Al iniciarse su gobierno, en algunos discursos quiso dar la impresión de que estaba dispuesto a cambiar la política imperial hacia la isla caribeña, hoy los hechos son claros, los intereses del Imperio no son los de la humanidad, y por tanto los del pueblo cubano.

La sociedad yucateca no puede ignorar esta demanda mundial de justicia y por ello nos manifestamos a favor de la liberación de Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René. Consideramos que en virtud de los fuertes vínculos comerciales, históricos, artísticos y políticos que la península yucateca ha tenido con la República de Cuba, en nuestro caso se hace todavía más necesario este pronunciamiento. Al valor universal que la justicia tiene desde la perspectiva de los derechos humanos se agregan los fuertes vínculos de solidaridad y hermandad que unen a México, y especialmente a Yucatán con Cuba.

La dignidad con que los Cinco han resistido estos años, es un ejemplo y una luz guía en tiempos de agonía y desesperanza humana. La necesidad de la libertad para los Cinco es clara, ya es hora de dar el paso que nos conduzca al establecimiento de la justicia en el mundo, para lo cual, debemos dejar atrás a los imperios y construir el gobierno de los pueblos.

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